Ruinas de Santa Ana La Mayor - Misiones - Argentina
Santa Ana La Mayor, conforma junto con San Ignacio Miní, Loreto y Santa María, los vestigios de la gran epopeya realizada por los Jesuitas en el siglo XVII en los territorios que hoy conforman, Argentina, Brasil y Paraguay, y debido a su importancia arqueológica y sociocultural fueron declaradas por la UNESCO en el año 1984 “Patrimonio de la Humanidad”.
La fundación de la reducción de Santa Ana data del año 1633 en territorio brasilero, como otras reducciones, Santa Ana La Mayor sufrió las invasiones de los bandeirantes, su emplazamiento se fue desplazando hasta que en el año 1660 se localiza en su sitio actual definitivo.
A solo 16 km de las Ruinas de San Ignacio Miní se encuentra Santa Ana La Mayor, una reducción Jesuítica que supo albergar 2000 almas de guaraníes. En este tipo ocupación planificada los Jesuitas pudieron amalgamar sus conocimientos y vivencias con los guaraníes.
Como toda reducción, la distribución estaba emplazada en torno a una gran plaza central, frente a ella se destacaba la iglesia, núcleo de religioso por excelencia, a su izquierda, y cercado por un muro de piedras, se encuentra el cementerio, el cual a diferencia del resto de las reducciones este cementerio no solo fue ocupado por los miembros de la comunidad, sino que también lo comenzaron a usar antiguos pobladores de Santa Ana, con lo cual es muy común encontrarse con algún familiar que se conduce a dejar una ofrenda floral a sus difuntos.
Ala derecha de la iglesia se disponían colegios o residencias, habitaciones de los padres, depósitos y lugares comunes, este sector se comunicaba con la iglesia por un patio y era un sector reservado exclusivamente a los sacerdotes.
Los talleres era los espacios de enseñanza destinados a la formación de los niños y jóvenes en oficios tales como; herrería, carpintería, alfarería, panadería, platería y la elaboración de rosarios, todo esto inspeccionado por los padres sacerdotes y los maestros indígenas.
En la parte posterior de los talleres y el colegio se encontraba el huerto, lugar destinado al cultivo de frutas y verduras para los sacerdotes y los indígenas. En el caso de Santa Ana, es la única reducción donde se pudo observar la presencia de una cisterna, depósito subterráneo destinado a la recolección del agua.
En la actualidad, Santa Ana La Mayor es un espacio destinado a la investigación científica, con lo cual se puede observar una mínima intervención del hombre y donde la vegetación va reclamando su espacio.