Gruta Lapa Doce - Iraquara - BA - Brasil
Arrancamos a las 8 de la mañana camino a Lapa Doce, la tercer gruta más grande de Brasil. Después de haber recorrido 1 hora desde Lençóis hasta llegar a la localidad de Iraquara, y tras colocarnos los elementos de seguridad, comenzamos nuestro recorrido por el sendero. La primer estación se abre ante nuestros ojos como un gran anfiteatro de rocas de color rojizo, combinadas con el verde de su densa vegetación y algunas aves que lo sobrevuelan.
Al seguir el sendero nos vamos acercando a las formaciones rocosas hasta estar a punto de sumergirnos en este mundo subterráneo. Dotados de linternas nos internamos en la oscuridad que cada vez se hace más espesa, Diego, nuestro guía, nos invita a vivenciarla un poco más, y nos invita a apagar las linternas y mantenernos en silencio…la sensación es rara…la oscuridad es absoluta, no se puede ver nada, juro que acercaba mis manos a los ojos y no las podía ver, al principio puede ser un poquitín desesperante, pero puedo prometer que después de esto, la oscuridad y el silencio que hay en ese lugar se disfruta.
Una vez más, las formas van apareciendo tras el rayo de luz que emiten las linternas…y las extrañas formas empiezan a aparecer…son estalactitas y estalagmitas que, con sus caprichosas formas, realizadas hace millones de años, se asemejan a ángeles, pesebres, medusas, etc. Aquí es donde obviamente la imaginación se pone a prueba y se pueden descubrir muchas más, e inclusive toparse con dinosaurios o poder cabalgar un caballo gracias a la complicidad de los guías…y nuevamente, ¡nuestra imaginación!
Después de 850 m de sendero y sorpresas volvemos a nuestra combi que nos llevará de regreso al Restaurant Lapa Doce para cargar pilas.
¡Imperdible!.